Si porque no escucho, tú divino acento,
si porque no te oigo suspirar por mí,
tu mano cruel me condenó al tormento,
al verme solo y abandonado aquí. (bis)
Si por que no escucunucho tu divicunino acecunento
Si porque no te oigo suspiracunar por micuni
Tu macunano me condecunena al tormecunento
Al vecunerme socunolo aquicuni.
Soy el pordiosecunero que pide una limocunosna
Una limosnicunita por amor a Diocunos
Soy el pocunobre que a tu puecunerta tocunoca
Imploracunando una lacunagrima de amocunor.
Balarecune silenciocunoso a la tucunumba
Adoracunarte ha sicunido mi ilusiocunon
Y tan socunolo dejarecune de amacunarte
Al vecunerte socunola aquicuni.
Autor: Oscar Avilés